lunes, 10 de diciembre de 2018

Nuestros recuerdos...





Sin pensarlo y sin quererlo en principio, el empezó a coleccionar momentos junto a ella, momentos que poco a poco se convertían en recuerdos, en sus recuerdos, en sus historias, historias que en su ¨mundo perfecto¨ contarían a sus hijos, a sus nietos.




Pero como en esta vida no lograron encontrarse en su ¨mundo perfecto¨, como en esta vida se encontraron tarde, estos eran recuerdos que morían en el tiempo, recuerdos que no tendrían a quien contar, recuerdos que nunca escucharían sus nietos, recuerdos que coleccionaban en el viento.


Y así un día, él mientras jugaba con su pelo, ella recostada de sus piernas le preguntó ¿Los recuerdos de ¨tú mundo¨, hacen olvidar los de nuestro ¨mundo perfecto¨?, ella lo mira sin entenderlo y él le dice: Soñé que en ¨tú mundo¨ caminabas hacia aquel lugar donde fuiste tan feliz conmigo, ese lugar mágico al que nunca habías ido, ese lugar que tanto tiempo soñaste encontrar de frente y aun a pesar de los años tus ojos no habían podido brillar al llegar allí, ese lugar que fue, que es, nuestro paraíso encantado y me asusté, se me apretó el corazón de pensar que en ¨tu mundo¨ podrían ver tus ojos brillar, que esos recuerdos remplazarán los nuestros, me dolió el alma al despertar y pensar que a tus hijos, que a tus nietos les podrías contar las historias de aquel lugar, en ¨tu mundo¨, no en el nuestro.


Ella, con lágrimas en los ojos, sostuvo su cara con ambas manos, lo besó en la mejilla y le respondió:- La primeras veces son inolvidables, los recuerdos no se sustituyen por otros, cuando ya no estemos en nuestro ´mundo perfecto¨, le contare a mis hijos, les contare a mis nietos, sobre el día que fui a aquel lugar mágico en ¨mi mundo¨, pero mi corazón y mi mente sonreirán porque ambos estarán recordando que conocí lo que siempre será un paraíso encantado, junto a ti, y tú siempre serás quien vio por primera vez mis ojos brillar y mi corazón sonreír, ese mágico día que en nuestro ¨mundo perfecto¨ fui el ser sobre la tierra más feliz.




Yamell Montero


1 comentario:

Anónimo dijo...

Y que importa si se borran los recuerdos, siempre llegarán nuevos.