
...tu sonrisa, tu mirada, tus palabras, nuestros labios cuando se entrecruzaban;
La espera, el encuentro, la pasión que se desbordaba solo con mirarnos;
Las caricias y nuestros sentidos, esa complicidad acompañada de coquetería;
Los lugares, aquellos que eran nuestros, el mar, el vino tinto...
el vino blanco y nuestras interminables platicas, tu respiración, mi respiración; tus poemas y los míos, las canciones, las que hoy, ya no se olvidan.
Y era azul, aquel lugar que junto a nosotros conspiro y fue baúl de tardes y noches, esas tan honestas, tan nuestras, tan salidas de una historia, la tuya y la mía que se pinto de azul, esa que hoy muere por falta de color...
Yamell Montero.